Durante el verano pasado tuve la oportunidad de probar el Abarth 500 hasta quedarme a gusto. Por aquel entonces ya te decía que me había enamorado. Pues bien, medio año más tarde sigo sintiendo el flechazo, aunque tengo que reconocer que ya no le sería fiel: el Abarth 500C me ha robado el corazón, y esta vez, para siempre.
La gran novedad de Abarth para Ginebra, con permiso del Punto Evo, es el 500C, la variante descapotable (o con techo de lona) de este capricho con ruedas. Estéticamente no cambia en exceso en relación a la versión convencional que Fiat comercializa en sus concesionarios, aunque las nuevas combinaciones de colores son de lo más llamativas: blanco/negro y negro/gris titanio.
La gran novedad de Abarth para Ginebra, con permiso del Punto Evo, es el 500C, la variante descapotable (o con techo de lona) de este capricho con ruedas. Estéticamente no cambia en exceso en relación a la versión convencional que Fiat comercializa en sus concesionarios, aunque las nuevas combinaciones de colores son de lo más llamativas: blanco/negro y negro/gris titanio.
